
Sola. He estado sola ya mucho más tiempo que el que ha aguantado mi presupuesto y mi edad y ya es un año más sin tener algo estable, fuera de todo idilio. Ya me cansé de mis tantos viajes, llenos de "international affaires". Me aburrí de pensar en él, como si no existiera otro, en especial si estoy con otro que me compra lo que mi lujosa y lujuriosa mentalidad pide, sin medir precio, dificultad o número de cuotas de endeudamiento.
Pero nada se compara a tu falta de tino y dificultad en los detalles, esos comentarios tan desatinados y combinaciones de colores y prendas tan out de todo el fashion. Esas chaquetas añosas, el clóset lleno de tonos oscuros y de la bella chaqueta de cuero con la que me deslumbraste.
Soy una tonta. todo por culpa de las decenas de cuentos de princesas en donde el galán las va a buscar en caballo, las salva de las demoniacas fauces de un dragón, una bruja o cualquier estereotipo de un mal vestir y un maquillaje sobrecargado, para luego quedarse de reina, yendo al gimnasio y con sirvientes por montón para que no se le resquebrajen las uñas.
La realidad no es así, en este momento ella me lleva a contemplar mi colorete natural, el labial nude lips y ver la TV, mientras no hago nada más que repetir en mi cabeza, entre el color chocolate (casi natural) de mi pelo y los químicos de alisamiento, esas palabras en el video más top para los MTV Music Awards, el que de segurito se lleva la mayor cantidad de premios, aunque se haya lanzado en 2009.
Así estoy, con el pensamiento fijo para reflotar algo que no sé si existió, pero si lo inventé, debo haber estado muy ida por los químicos de la peluquería y la manicura, que por Dior, hace tiempo que los encuentro mucho más fuertes.
Si hasta me dan ganas de ponerte un GPS, divino ÉL, para rastrearte y poder hacer un rapto. O comprarte como una mercancía, que sé, te gustaba jugar con eso. Y, mientras me cortejan otros cinco caballeros inocentes y yo recibo sus regalos, como una dama debe hacerlo, según el protocolo, mas siempre pienso que la culpable de que tan buena presa escapara fui yo, debido a mi torpeza e inseguridad (que si no se debían a lo químicos, seguro era por ese kilo de más que subí).
En fin, somos como el aceite y el vinagre, Romeo y Julieta, Gucci y Burberry; estamos a años luz de distancia, pero hacemos una excelente, provocadora y temible mezcla, que de unirse, perjudicará a uno de los dos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario