All is full of memories

Hacer un resumen de todo un año es tan difícil, ya que debo recordarme cuáles fueron mis mejores looks, lo nuevo que me compré, cuales fueron los desaciertos de la moda y mis amores, desamores citas y un etcétera más de cosas que de verdad son de largo detallar por lo que me concentraré en lo que considero más importante en mi bella vida que da envida.

Lo primero fueron mis looks, pasé de un cabello medio a un cabello más corto y creo que el cambio estuvo muy bien, ya que me veo  mucho más joven de lo que muchas desearían. Lo otro es que volví a mi color natural de piel y de pelo, puesto que lo necesitaba, por un compromiso con volver a la naturalidad que siempre me caracterizó y, la verdad, me carga ser una chica plástica, siempre y cuando no deje de ser una Material Girl.

Otro de los puntos que marcó mi año fueron las noticias de mis amigas. Muchas descubrieron esa zorra del ártico que se ocultaba bajo su piel ovejuna de la temporada, lo que les hizo muy bien para sus vidas. Una capturó a su hombre en matrimonio, otra se redescubrió como femme fatale y otra quiso crear conciencia y se ilusionó (al igual que yo) con un idilio, que al final del año no tuvo ningún resultado benéfico, ni amorosa, ni económicamente; y otra, siguió con su amoríos platónicos, como una ninfa que embelesa a todos los hombres.

Lo mejor de todo esto es que nos apoyamos de forma mutua en cada una de las glorias y caídas las tomamos en grupo y las reímos y aconsejamos, como un círculo peligroso y exclusivo.

Por mi parte, en el ámbito amoroso este año fue extraño, tuve amores, amantes, salidas, me dejé querer, dejé las citas un tiempo y tuve un quiebre amoroso con mi amor propio, casi en los descuentos, debido a que descubrí que Él no era the chosen one, sino una de las ratas de dos patas más ruines de la historia y de la que volveré a hablar, pero ahora con ojos son venda. También supe que el karma si es la pero de las bitches y hacerse la santa un rato, a pesar del altruismo que se tiene desde que una estaba gestando en el vientre, no te ayuda  a que no suceda.

Si bien me porté muy bien en el año que pasó, mis malos andares del ayer hicieron que estos 365 pasados no fueran redondos. Él fue el primer error y descubrimiento, que al final me deja tranquila, pues no me equivocaré de nuevo, ya que gracias a Dior no me enamoré de la piedra con la que tropecé. Pero tampoco de ninguno de los hombres que me invitaron a salir, me pagaron las cuentas y me ofrecieron formalizar una relación, así que ahora, de nuevo camino sola por la vida, a la espera de tomar una decisión que puede cambiar mi guardarropa.

En el ámbito laboral, nunca me ha ido mal y pude hacer tooodo lo que quería. La verdad he sido un poco niña mimada en esto, pero es la costumbre de salirme con la mía, con ese dejo de maldad ABC1 que una siempre tiene, como las malas ricas de las telenovelas, que están siempre regias, hasta que el karma le pasa la cuenta.

Y en el ámbito social, qué decir. De verdad hice muchísimas cosas, salí a varios eventos, me codeé con la Chechi (Bolocco), con los mejores modistos, con una diversidad de gente linda, estuve en los mejores restaurantes y mejores fiestas, inauguraciones, todo con la modestia que me caracteriza y con ese garbo inigualable, combinado con mis combinaciones de colores espectaculares.

Aunque no todo fue color fucsia (el rosado no me agrada mucho), puesto que uno de mis amigos se perdió en la envidia y aunque hablamos terminando el año, no se ha arreglado mi enojo. Como Gabriela Mistral, yo perdono, pero no olvido, como Alfonsina Storni, espero la nada y el desconsuelo y como dice Madonna "there's no greater power tnan the power of good-bye".

Por eso para este Nuevo Año, mi esperanza va en la reconciliación interior, en mis veintisiempre, en encontrarme otra vez con el maquillaje, el bronceo, el gimnasio, los estudios, libros y citas con el extranjero, puesto creo que este año sí es el mío y lo que ya pasó, son solo memorias (excepto por ese maldito Karma).